domingo, 17 de mayo de 2020

Color ilusión

Color ilusión

No todas las vivencias son favorables ni positivas y las adversidades, en ocasiones, las percibimos como amenazas que pueden lastimar nuestro equilibrio emocional. Este desajuste genera inseguridad y desorientación que puede incrementarse por la actitud que tenemos ante estos sentimientos negativos.
Las dificultades al igual que los errores pueden servirnos como aprendizajes que potenciaran el crecimiento personal y nos ayudaran a ser más fuertes ante las situaciones que pueden descontrolarnos. Pero, ¿qué podemos hacer?. Tenemos que tomarnos un tiempo para concentrados en nosotros mismos, sin hacer ni pensar nada, dejándonos llevar por el silencio. Esta actividad sencilla y breve es necesario practicarla diariamente, aunque solo sea durante unos pocos minutos.
Es importante dedicar tiempo a aquellas actividades que nos aportan emociones positivas que nos hacen sentirnos bien y evitar aquellas actividades o pensamientos que nos generan preocupación. Si nos gusta la cocina, probemos hacer recetas nuevas; si el deporte nos carga de energía, practiquemos; si leer es lo nuestro, leamos; bailemos, escribamos, dibujemos, cantemos, etc.
Debemos buscar calidad en las conexiones interpersonales y aprovechar este confinamiento para compartir vivencias o recuerdos positivos, siendo empáticos y comprensivos con las necesidades que nos manifiesta el interlocutor. La cercanía con los demás fortalece las relaciones interpersonales y nos sirve como apoyo a la hora de enfrentarnos a momentos difíciles. Ello contribuirá a readaptarnos mejor después de este confinamiento.

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

miércoles, 13 de mayo de 2020

Elogio de la calma

Elogio de la calma

Es difícil aventurar cómo será nuestra sociedad después de esta pandemia. En nuestra cabeza ronda la pregunta de si podremos retomar muchas de las actividades que hacíamos antes. La respuesta no puede ser otra que la de esperar pacientemente el devenir de la nueva realidad con la mirada puesta en el día a día y con el propósito dirigido por el paso a paso.
Sabemos que ni el confinamiento ni el distanciamiento físico pueden mantenerse por un período de tiempo muy largo y mientras la desescalada va reseteando nuestros antiguos caminos, poco a poco iremos adaptándonos. La calma, la serenidad y la mente fría se constituyen en los mejores antídotos para afrontar las nuevas situaciones que se nos vayan presentando.
En este período de desconfinamiento tendremos que compensar la incertidumbre o el exceso de informaciones, algunas de ellas sesgadas, con la actitud consciente y realista. Ser exigentes en el cumpliendo de las restricciones y los consejos sanitarios nos conducirá a que nuestras decisiones sean más acertadas.
Uno de los aprendizajes que deberíamos conseguir con esta pandemia y sus consecuencias es que no debemos anticiparnos con impaciencia por el mañana sino ser cautos desde el ahora.
Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

martes, 12 de mayo de 2020

Caminos transitados

Caminos transitados

Recordar a  cada una de las víctimas de esta pandemia exige realizar actos en su honor cuando el confinamiento deje paso a los encuentros. Homenajes sociales, familiares y personales que son consuelo ante las heridas que produce el peor de los duelos, el de los silencios aislados y las despedidas ausentes. Lesiones en el alma que debemos ayudar a cicatrizar entre todos, máxime con aquellas personas a quienes les ha tocado sentir de cerca la pérdida de un ser querido.

Tendremos que volver la vista atrás hacia esos caminos transitados y recoger las huellas que el paso del tiempo ha dejado en nuestra impronta. Ejemplos de familiares y amistades que han caminado una parte de su historia a nuestro lado y que, a modo de regalo de vida, nos han dejado simbólicos gestos que podrían atenuar nuestro abatimiento y desvelos.
Dejaron sus palabras, sus manías y su ejemplo que es el mayor soporte para sobrellevar el contratiempo. Con sus manos construyeron nuestro presente y miraron a lo lejos para continuar hacia delante porque sabían que, a pesar de los pesares, la luz vencería a la oscura noche soñando lo que vendrá con el tiempo.
El legado de su vida es nuestro valioso recuerdo que es la semilla que iluminará nuestro silencio.

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

domingo, 10 de mayo de 2020

Rumbo a la esperanza

Rumbo a la esperanza

El amarre del barco de la vida es la esperanza, la perspectiva, la ilusión. Navegamos en un mar de inseguridades con tormentas repentinas de desazón y desánimo pero, hay que estar seguros, conquistaremos la tierra firme de nuestra ilusión aunque nuestra mirada, en algún instante, no alcance a divisar la costa de nuestro ansiado sueño.
Precisamos utilizar el sentido común, por otro lado el menos común de los sentidos, pero nos nubla la travesía el desasosiego generado por la incertidumbre. Tenemos que reforzar la carga de cada día con nuevas y sencillas ideas que sirvan de contrapesos, liderar gestos anónimos de solidaridad, creer sólo la realidad que nos expresan fuentes fiables de información, ser disciplinados en nuestro quehacer y dirigir una gestión positiva de las emociones. Emociones que van aflorando y que actúan como inhibidores o impulsores del ánimo, no sólo el de cada uno de nosotros sino también el del otro que nos mira, nos oye, nos atiende.
Hay que entender que nuestra fragilidad emocional es algo normal y común pero podemos virar el rumbo desorientado que nos provoca sirviéndonos del apoyo mutuo y poniéndonos a merced de vientos cargados de  pensamientos y emociones positivas.
Hemos de saber que es una singladura transitoria que, poco a poco, iremos aprendiendo a encauzar.

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

sábado, 9 de mayo de 2020

Padres, madres e infancia

Padres, madres e infancia

En esta situación que estamos viviendo, padres y madres deben prestar atención no solo a los comportamientos de sus hijos e hijas sino también a cómo expresan sus emociones, ayudándoles a poner en palabras lo que sienten o les preocupa.

Hay algunas señales de su estado psicológico como son la presencia de irritabilidad, inestabilidad, apatía, desánimo, miedos, pesadillas o ansiedad por tener que separarse de los adultos. Siendo reacciones que pueden entenderse como normales pueden, si se mantienen en el tiempo y distorsionan el comportamiento habitual, ser indicadores importantes.

Si observamos que les da miedo salir de casa, que tienen dificultades en las relaciones sociales, que están tristes o se lavan las manos más veces de las necesarias es importante consultar con su pediatra o con un profesional de la psicología que pueda analizar, desde su competencia, si esta  conducta  está dentro de niveles normales o si es preciso ayuda profesional especializada.

Es importante hablarles de la situación con informaciones reales y ajustadas a su edad, fomentar que se sientan escuchados preguntándoles por sus necesidades e ir involucrándoles en lo que hay que hacer y cómo. A medida que van siendo más mayores debemos llegar a acuerdos, tomar decisiones entre toda la familia y formar equipos para ayudar compartiendo tareas y organizando rutinas.

Los padres tienen la misión de transmitir las normas  explicándolas en positivo, de forma sencilla y con mucha paciencia, para que de manera progresiva vayan aprendiendo lo que se espera de ellos.

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

viernes, 8 de mayo de 2020

SOLIDARIDAD ERES TÚ

Valor humano que nos alienta a ayudar a los demás, a los que nos necesitan en situaciones difíciles. La solidaridad suele ser una actitud que vemos diariamente pero, en momentos difíciles como el actual, cuando nace del impulso de la bondad, se vuelve contagiosa y su capacidad de infección emocional es proporcional a la del coronavirus que la está desencadenado. Ejemplos de ello lo tenemos en el día a día: personas que ayudan a llevar las bolsas de alimentos a personas de la tercera edad, jóvenes que se alistan en las ONGs para servir dónde se precise, jubilados sanitarios que ansían que les llamen y activen para acudir a atender enfermos, taxistas que se prestan gratuitamente a trasladar a personal sanitario, maestros que diseñan escuelas virtuales de aprendizaje y ocio para los más jóvenes. Todo ello con la sana misión de ayudar a los demás contra el confinamiento necesario. Confinamiento que es el mejor ejemplo de empatía y solidaridad.
Lo que mueve a la solidaridad  es deseo de ayudar al otro, de ponerse en el lugar del otro, de ser el otro. Nace de la esencia de lo humano, del extraordinario poder que posee la naturaleza humana para engrandecer su existencia.
La  solidaridad crea el grupo, une al grupo, facilita el valor del grupo y, no nos olvidemos, somos seres sociables, nos necesitamos.
El núcleo de este valor, la solidaridad, es la vivencia interior de que lo que le puede suceder al otro, lo que le puede pasar al otro, nos puede pasar igualmente a nosotros. Esa debilidad personal hace que encontremos al fuerza en la comunidad, en el gesto y comportamiento común. Valor que apreciamos cada noche, a las ocho, cuando sirenas de coches de policía se acercan a los hospitales a  agradecer la labor de todas las personas que trabajan en los hospitales o cuando abrimos la ventana, a modo de catarsis colectiva, para extender al aire el aliento de la gratitud.
Solidaridad que es sentimiento  compartido y vivido conjuntamente. Aprendida desde el corazón o desde la distancia pero que germina en nosotros el sentido de sociedad.
Cada día que avancemos en esta contención colectiva debemos rearmar nuestra armadura de paciencia, de empatía y de positividad; mirando cada gesto ajeno que induzca ánimo como nuestro y espirando el doble de ánimo para los demás.


Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

jueves, 7 de mayo de 2020

Yo soy tu ejemplo

Yo soy tu ejemplo
Los seres humanos estamos en continuo movimiento, vivimos en conjunción con los demás y existimos siendo cada uno espejo donde los otros se miran. En esta red de interacciones humanas que constituyen nuestras sociedades, cada uno es condicionante directo de la conducta del otro.
En los aplausos de cada tarde a las ocho deberíamos incluir a los donantes anónimos que entregan sus acciones al prójimo, comerciantes, dependientes y transportistas que nos entregan su trabajo para que atendamos las necesidades de cada día.
Aplausos a las personas que cogen su coche para acercar a otros medicinas, cartas, comida o su compañía.
Aplausos para los maestros que con su tacto amable entregan explicaciones cosidas de emociones compartidas.
Aplausos para los niños y niñas, los padres y madres, las abuelas y abuelos que curan las heridas con el lazo de sus familias.
Aplausos para los que no cesan en buscar una salida, ensimismados en sus hipótesis y centrados en las razones que aportaran alternativas.
Aplausos a los artistas que nos dibujan esperanza, que en melodías envuelven sus alegrías o que en escritos iluminan los sueños que animaran nuestros días.
Aplausos a toda la gente que, con su ejemplo, construye una nueva realidad que mejora nuestra vida.
Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

miércoles, 6 de mayo de 2020

Obsesión o moderación

Obsesión o moderación

Las medidas puestas en marcha para la contención del coronavirus pueden ocasionar diferentes manifestaciones emocionales en cada uno de nosotros ya que las respuestas que cada persona tenemos ante una situación de estrés son muy diferentes: inseguridad, apatía, preocupación, desgana, agobio, miedo, etc.
Son reacciones humanas y naturales porque todo aquello que provoca incertidumbre genera dosis de estrés. Lo importante es contrarrestar estas manifestaciones que generalmente vienen asociadas a pensamientos negativos asociándolas a ideas que posibiliten optimismo, superación y esperanza. De un pensamiento, por ejemplo, de que estoy sólo puedo repensar en que puedo leer un libro en silencio: de un pensamiento que tengo en relación a que esta situación no acabará puedo pensar que estoy sano y no tengo síntomas. Una idea o pensamiento positivo siempre lleva aparejado, a modo de refuerzo, un sentimiento que amortigua el pesimismo.
Como bien dice Javier Urra pensar que todo el mundo está igual que nosotros y que la situación es la que es, evitar la sobreinformación, crear nuevas rutinas, hacer horarios y cumplirlos, mantener un buen aspecto físico y una buena higiene, dedicar tiempo a estar con nosotros mismos, leer ese libro que teníamos aparcado, compartir la situación con amigos y familiares a través de llamadas o videollamadas, poner una sonrisa y compartirla ante la adversidad pueden ser gestos que nos ayuden a nutrir, cada día, nuestra ilusión que es la llama de nuestra vida.

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo 

martes, 5 de mayo de 2020

Momento de telecomunicación

Momento de telecomunicación

Abrazados a una radio, a una televisión, a un ordenador, a un móvil. Quién nos iba a decir, hace algún tiempo no muy lejano, que íbamos a estar todavía más unidos a ellos de lo ya estábamos. Son aliados de nuestro tiempo embargado por la cautela de la contención. Desde pequeños a mayores los usamos y mitigan, al igual tranquilizantes, la escasez de caricias, de abrazos, de cercanías, de manos unidas, de gestos sociales que llenaban nuestra calle y nuestra vida.
Falta el beso, la expresión próxima y necesaria, el tacto amable del compromiso de la amistad y del otro pero tenemos las palabras, el juego de la imagen y el sonido, el universo enchufado al ordenador, la línea directa con el receptor. Y en el otro lado, allí, a lo lejos, en el horizonte, al fondo de nuestra mirada, el otro está ahí y desde ahí reclama nuestra atención. En ello encontramos nuestro consuelo y ese leve alivio del silencio, del momento cotidiano de nuestra retención, va llenando nuestras manos de tierna esperanza y comprensión.
Es el sueño la ventana donde asomarnos y el dibujo del mañana que, sin duda, tocaremos y abarcaremos con ilusión.

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

lunes, 4 de mayo de 2020

Ciudades sostenible

Ciudades sostenibles
Las ciudades pueden constituirse en ecosistemas más saludables y sostenibles  y, de este modo, contrarrestar algunos efectos desencadenados por el cambio climático. Conseguirlo requiere la colaboración de muchos sectores de la sociedad desde un enfoque sistémico que integre aspectos ecológicos, urbanísticos, educativos y sociales.
El diseño de las ciudades debería reorientarse priorizando el uso de espacios verdes y una gestión más ecológica del tráfico. Retos a conseguir recuperando espacio público para los ciudadanos y reduciendo o sustituyendo, en lo posible, el uso del automóvil. Ello disminuirá la contaminación, el ruido y los contrastes térmicos que padecemos.
Cerca de la mitad de los viajes que hacemos en coche en las ciudades los realizamos para recorrer menos de cinco kilómetros de distancia que podrían recorrerse fácilmente con otros medios como la bicicleta o el coche eléctrico.
Los jardines de las ciudades tienen consecuencias inmediatas en la reducción del dióxido de carbono, del calor o del ruido que tienen incidencia directa en nuestra salud.
La concienciación de todos es necesaria y ya que la actual situación de pandemia que estamos sufriendo requerirá un replanteamiento de nuestra manera de vivir y convivir, puede ser un momento oportuno para transformar nuestro hábitat urbano en un lugar más natural y humano.
Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

domingo, 3 de mayo de 2020

La escuela abierta

La escuela abierta


En este periodo de confinamiento preventivo el profesorado se convierte para el alumnado en compañero emocional posibilitándoles así compañía, cercanía y afecto.

La escuela es el espacio donde niños y adolescentes disfrutan de un contexto de relaciones humanas insustituibles, donde se aprende y se entiende el derecho como igualitario, donde se abren los nuevos caminos que mejoraran la sociedad y donde se defiende la pluralidad. Ha sido la primera institución en globalizarse y en la que podemos encontrar todo un abanico de culturas y países. Lugar donde lo que se enseña es solo una muestra de la enorme huella que hace que nuestra sociedad sea una construcción que cada día avanza siendo más ecológica, justa y solidaria.

Los maestros curan heridas de emociones lastimadas, encantan con sus palabras, diseñan caminos que cosen los sueños de la vida que avanza, entregan sus manos cosiendo alianzas,  labran caminos que son la siembra de cosechas del mañana. Nada puede sustituirles porque no solo enseñan palabras, lo que transmiten traspasa el espacio del alma. Hay en ellos todo un mundo que hace nacer mañanas de ilusión que abrió su puerta en la infancia.  Todo en ellos y ellas es humana templanza, sueño que mira de frente y destino que con el esfuerzo abre su zanja.

¡Gracias maestros!

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

sábado, 2 de mayo de 2020

Desequilibrio social

Desequilibrio social
El escenario que nos va enseñando esta pandemia muestra un paisaje humano cuya cara más amarga y dolorosa tiene el rostro de la desigualdad social. Territorios y escenas humanas que exigen el compromiso y la solidaridad de todos, para que podamos superar no solo la epidemia vírica sino también la económica y social, respondiendo así de forma conjunta y honesta para encontrar una salida a este desequilibrio.
En cualquier tipo de crisis las diferencias sociales se acrecientan afectando a todos los estratos sociales pero no de la misma forma y con idéntica intensidad. Siendo todos iguales frente al virus, que no distingue de clases o personas, las posibilidades para afrontar el confinamiento y la desescalada son muy distintas para migrantes, personas sin hogar, personas con condiciones económicas precarias y para quienes viven en condiciones mucho más idóneas. Entre los estudiantes también se observan diferencias significativas desde etapas tempranas porque no todos tienen las mismas oportunidades y recursos.
La situación presenta distintas caras de la misma moneda y requiere una respuesta equitativa desde el ámbito social y educativo. Hay una gran oportunidad para transformar el mundo en un lugar mejor y las crecientes muestras de solidaridad, consumo sostenible y cooperación humanitaria, en las que las personas se convierten en el centro de las intervenciones indican el camino a seguir.
Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

viernes, 1 de mayo de 2020

Distancia física

Distancia física
La pandemia nos marca espacios en las interacciones humanas pero son distancias físicas no sociales ya que la medida de profilaxis hace referencia a la separación en la relación entre uno y otros.
En la distancia que mantenemos con los demás transmitimos de manera no verbal nuestras costumbres, el tipo de relación o el afecto que sentimos y existen indudables diferencias culturales con respecto a ese espacio personal. Mientras en las culturas mediterráneas  nos sentimos bien en distancias cortas, en el norte y centro de Europa o Norteamérica, un acercamiento mayor puede provocar incomodidad o incluso ansiedad y en algunas culturas asiáticas una reverencia o leve inclinación es la respuesta más frecuente manteniendo la distancia y evitando el contacto físico. Estas diferencias se aprecian también en la manera de saludarnos, que puede incluir besos o abrazos, o el grado de aceptación que tiene tocar a alguien durante una conversación.
En España, donde la distancia personal en nuestras interacciones es pequeña y el contacto físico bastante habitual, esta pandemia seguramente afectará a la forma de relacionarnos, al menos en un primer momento, y aunque es atrevido dar una respuesta, todo parece indicar que recuperaremos la distancia perdida. Volverán los abrazos y los besos porque son gestos inseparables de nuestro afecto.
Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

jueves, 30 de abril de 2020

Homeostasis y resiliencia

Homeostasis y resiliencia
La palabra homeostasis se refiere a la capacidad de mantener una condición interna estable compensando los cambios en el entorno y tiene que ver con el equilibrio y el desequilibrio en el que vivimos los seres vivos. Equilibrios activos que implican un conjunto de fenómenos de autorregulación para el mantenimiento de una relativa constancia del medio interno.
La resiliencia consiste en recuperarse y fortalecerse en el tránsito entre el equilibrio y el desequilibrio que podemos sufrir en situaciones de crisis potencialmente estresantes o traumáticas.
Esta pandemia ha provocado una crisis sanitaria, económica, social y psicológica que superaremos al igual que ya lo ha hecho la humanidad a lo largo de la historia en otros desequilibrios: catástrofes, epidemias y/o guerras. Es previsible también que en el futuro padezcamos otras crisis, pero podremos prevenirlas y la impronta aprendida nos ayudará a afrontarlas.
La homeostasis solo se mantiene si el organismo está bien organizado y no incuba en su seno distorsiones que le provoquen inestabilidad. No se trata, por tanto, de permanecer impasibles y estáticos sino, por el contrario, de mejorar nuestra capacidad de alcanzar de nuevo el equilibrio incrementando nuestra resiliencia. Superaremos las crisis siendo más sensibles y fortaleciendo la ciencia, la educación, la salud, el  medio ambiente y la solidaridad.
Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

martes, 28 de abril de 2020

Transición a la nueva normalidad


Transición a la nueva normalidad
En situaciones como la actual nos replanteamos nuestro ideal de sociedad, el cuidado que debemos a nuestro ecosistema, nuestro sistema económico y laboral o los valores que deberían impregnar nuestro comportamiento.
Los objetivos que deberíamos plantearnos deberían ir en la línea de conseguir ser mejores personas y conseguir una sociedad más ecológica, justa y solidaria. El camino hacia las mejores respuestas, tal y como apreciamos en la historia del comportamiento de la humanidad en situaciones de catástrofes, enfermedades y pandemias, estará construido en base al sentido comunitario, la creatividad, la capacidad de adaptación a la nueva realidad y al modelo de  convivencia en el que la otra persona sea parte importante de uno mismo, porque cuando se busca el bien común es imprescindible actuar juntos. Esclarecedora es la frase de Paolo Coelho “el mundo será mejor o peor según seamos mejores o peores”.
Volver a la anterior normalidad caracterizada por una producción y consumo desorbitado, una economía dependiente de multinacionales y de países a los que se exprime y explota, no conducirá a nada más que a perpetuar nuestros fallos.
No podremos mejorar nada si seguimos haciendo las cosas desde un prisma individual y solo cambiará la realidad social si esta se basa en los principios de sostenibilidad, ecología y protección social.

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

lunes, 27 de abril de 2020

Salir al balcón

Salir al balcón

El ser humano es maravilloso  y lo demuestra en acciones como las de aplaudir a los vientos el agradecimiento a las personas y colectivos que salen a la calle para que estemos alimentados, cuidados, protegidos, consolados, animados, y un sin fin de acciones que generan bondad, el valor más ejemplar que poseemos.
Todos podemos salir al balcón de nuestra generosidad y entusiasmo, diseminar  desde cada ventana nuestro apoyo incondicional y sin fisuras al ánimo, a la esperanza, al optimismo, mirando más allá de nuestra huella.
Estamos en un momento en el que los gestos pequeños de nuestra vida son grandes muestras de humanidad: escribimos cartas a los que sólo pueden ser acompañados de ellas, animamos las redes con ironía, con sentido del humor,  infundimos a nuestros compañeros aliento en la distancia, a familiares y amigos y realizamos otras muchas acciones cotidianas que hacen que gotas de optimismo sean esparcidas por todos lados.
Salir al banco es mostrar la solidaridad, mostrar nuestras emociones y generar una dinamo de fuerza y positividad; salir al balcón es sembrar el aire de un cálido aroma de solidaridad, compañía y sobretodo y sobremanera un canto a la esperanza que debemos tener.

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

domingo, 26 de abril de 2020

La familia en espera

La familia en espera

Estamos en tiempos en los que los seres queridos, las personas con las que compartimos nuestros sentimientos y emociones están en otro espacio, en otro lugar, en otro lado. Pero no debemos fijarnos en lo que no podemos tocar sino en lo que podemos sentir: yo les quiero, ellos me quieren.
La distancia sólo es un espacio de ausencia pero que puede ser cubierto con el recuerdo de situaciones vividas; es momento de recordar aquellas momentos vividos y, sobretodo,  sentidos y dibujar esos momentos con la mayor cantidad de colores posibles, visibilizarlos con la mayor realidad imaginada y soñada que podamos; deberíamos poder sentir que están ahí, justamente delante de nuestro recuerdo y que van acompañados de ilusión, de alegría, de cercanía porque quien impone el dolor de la ausencia no es el factor físico si no el emocional y  este puede ser sustituido temporalmente por el recuerdo emocional vivido.
Muchas veces hemos soñado en algo que no podíamos alcanzar a tener y nos lo hemos imaginado con la misma ilusión que el deseo de tenerlo. Aún así hemos esperado, inquietos, con la paciencia proporcional a la realidad que teníamos que vivir.
No tenemos más que mirar para atrás para reaprender cómo hemos gestionado las ausencias, los vacíos, los duelos. La ilusión nace desde el interior, se alimenta con migajas de ánimo por cada acción que hacemos en cada momento del día y, por otro lado, soñar es el mejor antídoto ante la incertidumbre, sueños con ojos cerrados y mente abierta, con la esperanza por camino cosiendo cada instante con el hilo de la emoción positiva que vaya apareciendo en nuestra mirada.

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

sábado, 25 de abril de 2020

El lazo de la comunidad

El lazo de la comunidad
La comunidad nos une, nos protege, nos identifica y se construye cuando los gestos de bondad y generosidad son los valores que cimientan su fundamento. Valores que iluminan nuestra humanidad y muestran lo mejor que tenemos.
En nuestra sociedad y máxime en este tiempo, debemos aprender a dar las gracias a todas aquellas personas anónimas por todas aquellas acciones que cada día realizan, desde el más mínimo gesto como llevar un regalo a un niño o acompañar a un abuelo. Gratitud que es la mano extendida hacia aquellos que nos aportan su trabajo, su conocimiento, su experiencia y su tiempo cuidándonos en la calle, protegiendo nuestra salud o acompañándonos en el desasosiego. Muchas manos desconocidas que están abrigando nuestro tiempo.
El paisaje de nuestra vida normal le tenemos secuestrado pero volveremos a pasearnos por la orilla de nuestra realidad paralizada. Pasado esos momentos ojalá hayamos aprendido que hay que dar prioridad a lo que es más importante y necesario. Tendremos entonces que analizar nuestra manera de responder ante nuestras inseguridades y sumar intenciones para trabajar por reconstruir aquello que queremos que sea el ejemplo de nuestra sociedad. Deberemos también  dignificar más a nuestros héroes de hoy y seguir tratándoles con la admiración que muestran todos sus gestos.

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

viernes, 24 de abril de 2020

En busca de la felicidad

En busca de la felicidad

La búsqueda de momentos que nos produzcan un ápice de felicidad en la situación que nos está tocando vivir puede transformar cada instante en un aliciente y motivo que nos haga mirar con energía positiva hacia adelante. Es tiempo para reflexionar en las cosas que pensamos que nos hacen felices tomando conciencia del valor de lo que cotidianamente vivimos y que damos por supuesto y de lo que muchas veces no somos conscientes hasta que no lo tenemos.
Un buen modo de comenzar a encontrar esas semillas que nos iluminen la ilusión es entregarnos a los demás, dedicar nuestro tiempo al que puede necesitar nuestra ayuda, compartir mensajes que estén sembrados de positividad y, fundamentalmente, esperanza. Compartir debe  ser el altavoz cuyo micrófono está en nuestro interior y que vocifera, una y otra vez, que todo va a salir bien.
Un principio esencial, base del sentimiento de felicidad, es que debemos saber disfrutar primero de las cosas más sencillas y minúsculas de la vida porque son las que, al igual que gotas de agua, van llenando el pozo de nuestro ánimo.
Vivir cada segundo con esperanza puede compensar nuestro aislamiento forzado por la pandemia. Desplegar a los demás esas señales es lo que alimentará esa felicidad que no es otra cosa que la ventana de nuestra humanidad.

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

jueves, 23 de abril de 2020

Salir al balcón

Salir al balcón

El ser humano es maravilloso  y lo demuestra en acciones como las de aplaudir a los vientos el agradecimiento a las personas y colectivos que salen a la calle para que estemos alimentados, cuidados, protegidos, consolados, animados, y un sin fin de acciones que generan bondad, el valor más ejemplar que poseemos.
Todos podemos salir al balcón de nuestra generosidad y entusiasmo, diseminar  desde cada ventana nuestro apoyo incondicional y sin fisuras al ánimo, a la esperanza, al optimismo, mirando más allá de nuestra huella.
Estamos en un momento en el que los gestos pequeños de nuestra vida son grandes muestras de humanidad: escribimos cartas a los que sólo pueden ser acompañados de ellas, animamos las redes con ironía, con sentido del humor,  infundimos a nuestros compañeros aliento en la distancia, a familiares y amigos y realizamos otras muchas acciones cotidianas que hacen que gotas de optimismo sean esparcidas por todos lados.
Salir al banco es mostrar la solidaridad, mostrar nuestras emociones y generar una dinamo de fuerza y positividad; salir al balcón es sembrar el aire de un cálido aroma de solidaridad, compañía y sobretodo y sobremanera un canto a la esperanza que debemos tener.
  
Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

miércoles, 22 de abril de 2020

Momento de telecomunicación

Momento de telecomunicación

Abrazados a una radio, a una televisión, a un ordenador, a un móvil. Quién nos iba a decir, hace algún tiempo no muy lejano, que íbamos a estar todavía más unidos a ellos de lo ya estábamos. Son aliados de nuestro tiempo embargado por la cautela de la contención. Desde pequeños a mayores los usamos y mitigan, al igual tranquilizantes, la escasez de caricias, de abrazos, de cercanías, de manos unidas, de gestos sociales que llenaban nuestra calle y nuestra vida.
Falta el beso, la expresión próxima y necesaria, el tacto amable del compromiso de la amistad y del otro pero tenemos las palabras, el juego de la imagen y el sonido, el universo enchufado al ordenador, la línea directa con el receptor. Y en el otro lado, allí, a lo lejos, en el horizonte, al fondo de nuestra mirada, el otro está ahí y desde ahí reclama nuestra atención. En ello encontramos nuestro consuelo y ese leve alivio del silencio, del momento cotidiano de nuestra retención, va llenando nuestras manos de tierna esperanza y comprensión.
Es el sueño la ventana donde asomarnos y el dibujo del mañana que, sin duda, tocaremos y abarcaremos con ilusión.


Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

martes, 21 de abril de 2020

videoCOPCA COVID 19

Adolescentes en casa, corresponsabilidad

Adolescentes en casa, corresponsabilidad

Los ambientes familiares con adolescentes pueden derivar, en sólo décimas de segundo,  desde un momento de tranquilidad absoluta a una situación de confrontación y ello puede desencadenar que perdamos los nervios y que se genere un momento de alta tensión. Ello no es ni bueno ni sano.
Convivir con jóvenes de estas edades es difícil y complicado porque el momento evolutivo que viven viene plagado de manifestaciones de rebeldía, desobediencia y protesta.
La orientación más certera es que hay que llenarse de paciencia, almacenar todo la serenidad posibles desde por la mañana. Esa será nuestra mejor herramienta para controlar y canalizar la situación. Por otro lado, difícilmente ellos podrán serenarse y calmarse si nosotros no lo estamos.
Un principio básico es que hay que exigirles corresponsabilidad y eso requiere negociar y pactar obligaciones domésticas y académicas para compensarlas con derechos y permisos para su tiempo libre, de ocio o de entretenimiento y comunicación virtual que es el gran compañero de ellos, máxime en estas circunstancias. El compromiso debe ser de ambos, adolescente y padres, y el cumplimiento acatado con disciplina y exigido con moderación
La situación que estamos atravesando es incierta y provoca que todos tengamos una dosis alta de estrés pero los adultos somos el ejemplo, el modelo de comportamiento en el que ellos se miran y, en definitiva, el ejemplo que guía su autocontrol  posibilitando que puedan gestionar adecuadamente las emociones.

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

lunes, 20 de abril de 2020

Reacción solidaria

Reacción solidaria

Nuestra reacción ante cualquier situación debería ser la de extender con nuestro comportamiento el aroma de nuestros mejores valores para ponerlos en  manos de  los demás. Esencia de uno mismo que ayuda a que el que, se mira en nuestro espejo, acaricie la fragancia de nuestra manera de responder ante lo que estamos viviendo.
Es tiempo de valorar y salir al balcón  de nuestro albergue cotidiano reforzando la moral emotiva de tantas personas que nos protegen de uno u otro modo pero también es importante ser conscientes de nuestro papel en esta crisis. Coyuntura cotidiana que nos está ayudando a recolocar nuestros principios, hace poco tiempo nublados por nuestra frenética manera de convivir.
Es la primavera social, florecimiento de la vida a través del humilde gesto cuyo rostro es la bondad. Estación de salida de nuestra mirada que tiene su destino en el ánimo del que espera en el andén para recoger, aunque sea en un recipiente minúsculo, el bálsamo de nuestra respuesta.
Con todas las manifestaciones que cada uno damos, cada mensaje, palabra, imagen que compartimos y entregamos  en este espacio virtual que tenemos por presente debemos enviar nuestro aliento, nuestra fuerza, nuestro empuje y esperanza. Somos el ejemplo.

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

Manejo de conflictos

domingo, 19 de abril de 2020

Obsesión o moderación

Obsesión o moderación
Las medidas puestas en marcha para la contención del coronavirus pueden ocasionar diferentes manifestaciones emocionales en cada uno de nosotros ya que las respuestas que cada persona tenemos ante una situación de estrés son muy diferentes: inseguridad, apatía, preocupación, desgana, agobio, miedo, etc.
Son reacciones humanas y naturales porque todo aquello que provoca incertidumbre genera dosis de estrés. Lo importante es contrarrestar estas manifestaciones que generalmente vienen asociadas a pensamientos negativos asociándolas a ideas que posibiliten optimismo, superación y esperanza. De un pensamiento, por ejemplo, de que estoy sólo puedo repensar en que puedo leer un libro en silencio: de un pensamiento que tengo en relación a que esta situación no acabará puedo pensar que estoy sano y no tengo síntomas. Una idea o pensamiento positivo siempre lleva aparejado, a modo de refuerzo, un sentimiento que amortigua el pesimismo.
Como bien dice Javier Urra pensar que todo el mundo está igual que nosotros y que la situación es la que es, evitar la sobreinformación, crear nuevas rutinas, hacer horarios y cumplirlos, mantener un buen aspecto físico y una buena higiene, dedicar tiempo a estar con nosotros mismos, leer ese libro que teníamos aparcado, compartir la situación con amigos y familiares a través de llamadas o videollamadas, poner una sonrisa y compartirla ante la adversidad pueden ser gestos que nos ayuden a nutrir, cada día, nuestra ilusión que es la llama de nuestra vida.

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

sábado, 18 de abril de 2020

Luciérnagas desde el corazón

Luciérnagas desde el corazón
                                                                                                                   
Están ahí iluminando nuestro día a día, en hospitales, en las calles, en las carreteras, en internet. Alumbrando con su gesto nuestra vida, fomentando nuestra ilusión y esperanza.
Debemos mirar más allá de nuestros propios miedos e incertidumbres, ese rayo de luz nos lo deja bien claro, y estimular con nuestro compromiso diario el aliento emocional de los que están haciendo que podamos no sólo subsistir sino seguir avanzando.
Su luminiscencia debe irradiar nuestra preocupación y llenarla de  ánimo. El ser humano tiene poderosos mecanismos de defensa, capacidades y fortalezas que deben aflorar desde nuestra propia naturaleza haciendo que el modelo de personas que vemos en quienes están en la calle ayudándonos, sean nuestro referentes.
Cada uno puede ir construyendo, a su medida, el modelo de sociedad que debemos tener, practicando los valores y principios que deben regir nuestro futuro más cercano. Valores que como el altruismo, la solidaridad, la cooperación, la empatía, la gratitud o el optimismo que hoy más que nunca se están viendo, pueden ayudarnos a enfrentarnos desde el alba pensando en que mañana es un día menos y hoy se ha de construir ese día más.
Seguro que con cada destello de valor que fabriquemos de forma individual iremos avivando la llamarada que alumbre la nueva sociedad.

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

viernes, 17 de abril de 2020

Generando actitud

Generando actitud
La pandemia incomunica a pacientes, aísla a quien se despide y pone distancia al abrazo, al beso, al apretón de manos pero no debe apagar la llama de nuestra voluntad y actitud.
Estar confinados exige el cuidado de nuestros hogares con un ejercicio de corresponsabilidad que involucre a todos los que lo integran, requiere hacer ejercicio físico para sacudir de nuestro cuerpo la desgana que nutre la dejadez, necesita el establecimiento de horarios y llenar cada día con actividades variadas y motivantes, invita a navegar en internet leyendo y escuchando mensajes que aumenten nuestro ánimo y a usar las redes para generar grupos de intereses comunes. En lo posible hay que tomar desde el balcón o ventana aire y sol, y mirar al exterior, expulsando el desaliento para que en el hogar solo haya  energía positiva.
El aplauso que entregamos a las ocho a sanitarios, conductores, cuerpos y fuerzas de seguridad, dependientas, reponedores y demás personas que nos ayudan a sobrevivir además de necesario nos une y va sembrando en nuestro interior el germen colectivo de la solidaridad.
En definitiva, a nivel individual, asumamos el mensaje de Viktor Frankl como propio: “Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontas ese sufrimiento”
Fco. Javier Lastra Freige
    Psicólogo

jueves, 16 de abril de 2020

VIDEO ELABORADO POR EL COLEGIO OFICIAL DE PSICOLOGÍA DE CANTABRIA

VIDEO ELABORADO POR EL COLEGIO OFICIAL DE PSICOLOGÍA DE CANTABRIA

Estar recluidos

Estar recluidos

Se puede estar encerrado en casa sin necesidad de estar centrado en el pesimismo. En estas circunstancias excepcionales tenemos que aprender a serenar la mente y a potenciar el sentimiento de pertenencia a la comunidad.
Desde nuestra propia exposición emocional positiva a los contratiempos estamos rearmando nuestra resiliencia, potenciando nuestra disposición innata a ayudar y, en consecuencia, aumentar las dosis de empatía que exponemos a los demás.
Debemos diferenciar lo urgente de lo importante para actuar sobre lo necesario aquí y ahora y replantearnos el concepto que tenemos de nosotros mismos reflexionando sobre los valores que identifican nuestra personalidad y que constituyen el mejor esqueleto de nuestra voluntad social.
Es necesario y vital concentrase en lo que podemos hacer y no en lo que irremediablemente hemos tenido que paralizar. Planificar estrategias de acción que estén diseñadas desde el autocontrol, la disciplina y el sentido de responsabilidad social.
Hay tiempo para uno mismo con cada aplauso desde la ventana y cada sonrisa que lanzamos al vacío de nuestro vecindario como señales que son de la ilusión que aunque lejana hay que saber mirar. Tenemos que ser parte del otro compartiendo sentimientos, abrazos emocionales lanzados al aire o virtuales porque, de esa manera, ayudaremos al que lo necesita o espera.


Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

miércoles, 15 de abril de 2020

En busca de la felicidad

En busca de la felicidad

La búsqueda de momentos que nos produzcan un ápice de felicidad en la situación que nos está tocando vivir puede transformar cada instante en un aliciente y motivo que nos haga mirar con energía positiva hacia adelante. Es tiempo para reflexionar en las cosas que pensamos que nos hacen felices tomando conciencia del valor de lo que cotidianamente vivimos y que damos por supuesto y de lo que muchas veces no somos conscientes hasta que no lo tenemos.
Un buen modo de comenzar a encontrar esas semillas que nos iluminen la ilusión es entregarnos a los demás, dedicar nuestro tiempo al que puede necesitar nuestra ayuda, compartir mensajes que estén sembrados de positividad y, fundamentalmente, esperanza. Compartir debe  ser el altavoz cuyo micrófono está en nuestro interior y que vocifera, una y otra vez, que todo va a salir bien.
Un principio esencial, base del sentimiento de felicidad, es que debemos saber disfrutar primero de las cosas más sencillas y minúsculas de la vida porque son las que, al igual que gotas de agua, van llenando el pozo de nuestro ánimo.
Vivir cada segundo con esperanza puede compensar nuestro aislamiento forzado por la pandemia. Desplegar a los demás esas señales es lo que alimentará esa felicidad que no es otra cosa que la ventana de nuestra humanidad.

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

martes, 14 de abril de 2020

Cerrar las fronteras

Cerrar las fronteras

Cerrar las fronteras a  la insolidaridad, al incivismo, al culto al egocentrismo y abrir los caminos a la colaboración, al lanzar la mirada al otro, al pronunciar el nosotros.
Por qué no aprovechamos la cuarentena para reflexionar y pensar que estamos en una sociedad en la que nos necesitamos unos a otros. Hemos de dejar de quejarnos tanto por lo que no tenemos o no podemos hacer y alegrarnos e ilusionarnos con lo que podemos hacer y que, desde hace mucho tiempo, habíamos dejar de hacer (pararnos a  pensar, tener tiempo, aburrirnos,..)
¿Acaso estamos viajando por la vida a tanta velocidad que apenas parábamos a mirar por dónde íbamos?
Deberíamos reflexionar más en el silencio sobre los valores y principios que verdaderamente sustentan nuestro esqueleto humano; es momento de agradecer, de aplaudir, de ennoblecer y embellecer el trabajo de quienes no están en casa, están trabajando por los demás, posibilitando que podamos estar más sanos, que podamos ser atendidos, que podamos comer, que nos ayudan a que otros no deshagan lo que estamos tejiendo con nuestra cuarentena y que es revestir la salud. Seguimos recomendaciones, que nos gusten o no, las realizan las autoridades sanitarias con avales científicos y hemos de ser disciplinados en su cumplimiento, son medidas de contención porque prevenir  siempre es mejor que curar y anticiparse es mejor que sufrir.
Hagamos caso a las autoridades sanitarias, cerremos la frontera a nuestra opinión y abrámosla a la razón, cerremos el camino a la insensatez y levantemos nuestras palmas con gratitud hacia los que están en la calle protegiendo nuestras fronteras domiciliarias, ellos nos salvaran y lo que los demás debemos hacer es apoyarnos y servir en silencio con nuestro comportamiento.

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

lunes, 13 de abril de 2020

El silencio y la emoción

El silencio y la emoción

Los vientos del aislamientos nos traen imágenes, recuerdos, encuentros que no están y abrazos y caricias que viven en el tiempo. Las emociones anidan en la memoria porque en ella encuentran su ausencia y, a la vez, la cercanía. Cercanía necesaria porque sin la emoción ni la existencia tendría cabida.
Pensemos en el silencio, todos le requerimos en algún momento y con él todos sentimos el miedo, la angustia, la ansiedad. Y, al instante de sentirlo, huimos en busca de otra persona, a comunicarnos, a sentir al otro aunque, muchas veces, ni tan siquiera escuchemos lo que nos diga.
Y en estos momentos, el reloj de nuestra actividad  se para y cada uno debe pararse a la fuerza y mirarse porque no podemos escapar a ese silencio interior que siempre ha existido pero al que hemos abandonado hace tiempo. Debemos alimentar nuestro silencio con alegría, con ánimo, con esperanza. Cada día hay millones de actividades por hacer y que ayer eran desconocidas. Tenemos que sembrar nuestro tiempo con el silencio que proporciona vitalidad  y nuevas iniciativas para nuestra vida. El mundo no se detiene, el tiempo sigue jugando con nosotros dibujándonos una nueva situación de la que tenemos que aprender y con la que tenemos que aprender sabiendo sacar de cada segundo el impulso suficiente para  construir minutos de ilusión y de fuerza para que la hora se antoje tiempo ganado, aprendido, vivido y que siembre un nuevo yo más cercano a lo humano y menos encogido.
De esta cuarentena saldremos reforzados, humanizados y, creo yo que sobretodo, más felices porque valoraremos más la esencia de nuestra humanidad y viajaremos más despacio por el camino que hace cada una de nuestras vidas.

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo