domingo, 10 de mayo de 2020

Rumbo a la esperanza

Rumbo a la esperanza

El amarre del barco de la vida es la esperanza, la perspectiva, la ilusión. Navegamos en un mar de inseguridades con tormentas repentinas de desazón y desánimo pero, hay que estar seguros, conquistaremos la tierra firme de nuestra ilusión aunque nuestra mirada, en algún instante, no alcance a divisar la costa de nuestro ansiado sueño.
Precisamos utilizar el sentido común, por otro lado el menos común de los sentidos, pero nos nubla la travesía el desasosiego generado por la incertidumbre. Tenemos que reforzar la carga de cada día con nuevas y sencillas ideas que sirvan de contrapesos, liderar gestos anónimos de solidaridad, creer sólo la realidad que nos expresan fuentes fiables de información, ser disciplinados en nuestro quehacer y dirigir una gestión positiva de las emociones. Emociones que van aflorando y que actúan como inhibidores o impulsores del ánimo, no sólo el de cada uno de nosotros sino también el del otro que nos mira, nos oye, nos atiende.
Hay que entender que nuestra fragilidad emocional es algo normal y común pero podemos virar el rumbo desorientado que nos provoca sirviéndonos del apoyo mutuo y poniéndonos a merced de vientos cargados de  pensamientos y emociones positivas.
Hemos de saber que es una singladura transitoria que, poco a poco, iremos aprendiendo a encauzar.

Fco. Javier Lastra Freige
Psicólogo

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